Mantel blanco.
Si tu mantelería blanca tiene un aspecto amarillento o se ha teñido por accidente en la lavadora, puedes aplicar uno de estos dos métodos para devolverle su blancura original. Si el tejido es resistente, basta con que lo dejes en remojo en agua con dos tapones de lejía; después, mételo en la lavadora y programa un lavado completo a 60 “C. Si el mantel no admite lejía, llena de agua una olla e introduce una bola de papel de aluminio; ponía al fuego y deja que hierva unos minutos. A continuación, introduce el mantel y, cuando el agua vuelva a hervir, aparta y deja que se enfríe. Tras escurrir bien, déjala secar a la sombra.
